Escrito por Luis Roca Jusmet
Sostiene Pierre Hadot que el destino de cada cual es el resultado del azar y la necesidad interna. Lo cual quiere decir que cuando nos cruzamos con algo que, involuntariamente, nos produce una transformación entonces hay un encuentro. Encuentro que, siguiendo a Spinoza, podemos decir, que es bueno si aumenta nuestra potencia y alegría y es malo si disminuye nuestra potencia y nos entristece. Presento aquí unos buenos encuentros de Pierre Hadot. Encuentro con textos a los que aplicando su concepción de la lectura como ejercicio espiritual le produjeron una transformación interna.
1. EL ENCUENTRO CON MONTAIGNE
Cómo ! ¿ No has vivido ? Esta no es solo la fundamental sino la más ilustre de las ocupaciones (...). La grande y gloriosa obra maestra del ser humano es vivir de modo conveniente.Todo lo demás : reinar, atesorar, edificar... no son más que pequeños apéndices y adminículos a lo sumo"
Ensayos Miguel de Montaigne
La frase que he colocado al principio está permanentemente en la mente de Hadot : la cita en varias obras y en el inicio de su libro "¿ Qué es la filosofía antigua ?". Porque en este fragmento Hadot encuentra expresado de manera extraordinaria el valor infinito de la vida. Montaigne, que se consideraba "Un filósofo accidental y fortuito", entendió que había recuperar el sentido antiguo de la filosofía como forma de vida.
Hadot lo cita, de manera puntual pero significativa en dos de sus últimas obras. En "El velo de isis" en un fragmento que señala el misterio de la vida, en el sentido que la vida es también un camino hacia la muerte". Ya anteriormente había Hadot señalado que en su libro "Ejercicios espirituales" Montaigne había retomado la formulación platónica de la "filosofía como aprender a morir". Y en "No te olvides de vivir. Goethe y la tradición de los ejercicios espirituales" hadot concluye con la frase de Montaigne, que situa claramente en esta tradición de la filosofía como ejercicio espiritual.
2. GOETHE
" El estremecimiento sagrado, he aquí la mejor parte del hombre. Por muy caro que el mundo le haga pagar lo que experimenta, es en el sobrecogimiento donde siente profundamente la realidad prodigiosa.
Espor el estremecimiento que existo,"
"Fausto" J. W. Goethe
Esta es una de las citas con las que se identifica y que recoge Pierre Hadot al final de su libro "La filosofía como forma de vida"
En el libro que Pierre Hadot le dedica y que recoge todos los escritos sobre él ("No te olvides de vivir.Goethe y la tradición de los ejercicios espirituales") dice que Goethe fue siempre uno de sus autores favoritos. Lo cierto es que los textos son tardíos : van del año 1985 al 1995 ( entre los 63 y los 73 años ). El libro lo publicó el año 2008 ( a los 86 años, dos antes de sus muerte). Explica que este especial interés por Goethe en los últimos años de su vida le vino cuando dio un giro al "memento mori" de platónicos, cristianos y románticos : "no te olvides del morir". El giro consistía en la perspectiva goethiana, heredada de Spinoza : "memento videre" ( "no te olvides del vivir").
En la entrevista que le hicieron Jeanne Carlier y Arnold I. Davidson Hadot explica que se interesó por Goethe a partir de 1968. Lo entiende como alguién dividido entre el terror y la maravailla. Per le interesa, sobre todo referido al ejercicio espiritual de vivir el presente. Hadot dice que lo que hace el escritor alemán es retomar la idea, que comparten epicúreos y estoicos, de que la felicidad se encuentra en el presente. El otro ejercicio espiritual que cita es la mirada desde lo alto.
Veamos como lo trata de manera más precisa en el libro dedicado a Goethe. El primer capítulo ("La presencia es la única diosa que adoro") trata justamente de la necesidad de concentrarse la experiencia del momento presente. Lo hace recorriendo las figuras de Fausto y de Helena, como un diálogo metafórico entre la figura simbólica de lo moderno y lo antiguo. La plenitud del presente y la inquietud de lo nostálgico. Goethe combate a los románticos modernos que huyen de la banalidad de lo cotidiano con la nostalgia del pasado o del futuro. Reivindica el valor antiguo del presente que consiste, no en huir de lo cotidiano y evadirse en quimeras, sino descubriendo su riqueza y transformándolo en algo valioso. Como proponen los epicúreos, vivir cada instante como si fuera el último. Decir cada noche : "He vivido" , como propone Marco Aurelio.Séneca nos recuerda también que hay que evitar el temor por el futuro y el recuerdo de la adversidad. Hay dos aspectos diferenciados y complemantarios : el valor del instante excepcional, el de la ocasión "brindada por los dioses" y el del instante cotidiano, la eterna presencia de las cosas en su devenir.
El segundo capítulo trata justamente del segundo ejercicio espiritual que Hadot vislumbra en Goethe : "La mirada desde lo alto y el viaje cósmico"). Nos explica la experiencia por Goethe: sentimiento de comunión con la tierra y el cielo que se traduce en un movimiento de elevación del alma por encima de sí misma. Incluso esto se reflejaba a nivel físico en que el hombre antiguo buscaba las cumbres, los lugares elevados. La ascensión se entendía como un ejercicio espiritual de contemplación del mundo. Pero es también un ejercicio de la imaginación en la que nos imaginamos contemplándonos desde lo alto.
El tercer capítulo trata del tercer ejercicio espiritual : la esperanza( "Las alas de la esperanza"). De entrada recupera dos nociones griegas : el Daimon y la Tyche. Daimon es el carácter individual, como algo que es a la vez lo que somos y lño que nos trasciende, lo que elegimos y lo que nos elige. No podemos liberarnos de nosotros mismos. Tyche viene a ser la Fortuna. Es el encuentro entre lo que viene de dentro y lo que viene de afuera. Aparece también Ananke, la Necesidad. Determinación y ley es la condición de toda existencia. A mí, la verdad, me suena muy spinoziano.Lo paradójico es, entonces, el papel de la Esperanza, que aparece como una potencia que supera a todas las demás, porque es el movimiento del Espíritu que trasciende la Necesidad.
El capítulo 4 ( "Sí a la vida") viene a ser la conclusión de los tres anteriores. Porque finalmente los tres ejercicios espirituales anteriores conllevan una forma de vida que puede resumirse en este enunciado: "El gozo de existir". Con los antiguos y contra los modernos románticos, dice Goethe. Pero hay que aceptar el devenir del ser : creación, transformación y destrucción. Hay que aceptar la muerte. Lo cual implica renunciar a la propia individualidad para abrirse a lo Universal.
En la conclusión del libro dice Pierre Hadot que se han mostrado los dos temas del Velo de Isis : las dimensiones cósmica y estética de la existencia. La intuición fundamental de Goethe es la de entender que la realidad es un "actuar eterno y vivo". "No te olvides de vivir" recoge a la vez la propuesta estoica ( de hacer el deber) y la epicúrea ( de gozar).
Hemos citado el velo de Isis y efectivamente Goethe está muy presente en este importante libro de Pierre Hadot: "El velo de Isis. Ensayo sobre la historia de la idea de Naturaleza", que publicará en el 2004 , cuatro años antes. aquí está muy presente Goethe, no solo en la línea anteriormente apuntada sino también en su concepción de la Naturaleza. La de un Mundo de Formas al que se accede por la percepción estética y que nos permite entender los fenómenos originarios : polaridad y ascensión, espiral y línea serpentina