Escrito por Luis Roca Jusmet
Nietzsche nos avisó hace más de un siglo de que Dios ha muerto y este acontecimiento tendrá consecuencias incalculables. Y con ello vendrá el nihilismo, en el que nada tendrá sentido.Si el ser humano se adapta al nihilismo vendrà lo que llamaba el último hombre, que es lo que tenemos en gran medida, un consumidor pasivo que huye del dolor.Nietzsche se inventó un delirio como salida, lo que llamó el superhombre.En el siglo XX inventamos el delirio del nazismo y del hombre nuevo del comunismo. El neoliberalismo nos ofrece otro delirio, el del hombre autosuficiente que gestiona su vida como si fuera una empresa.O el delirio del transhumanismo. O el del andrógino sin sexo.Quizás aceptando que sos precarios, vulnerables y dependientes podemos intentar construir un sujeto ético.
Construir un sujeto ético quiere decir ser capaz de distanciarse de los condicionamientos desde el que has construido tu ideal, que siempre es resultado de la influencia del Otro.Heredamos un Ideal y guia nuestra vida. Evidentemente no del todo, porque modificamos en algún sentido, por nuestra experiencia, este Ideal. Pero esta construcción ética es el trabajo consciente de darle una orientación más propia, más singular. Los condicionamientos nos influyen, pero se trata que no nos determinen.
Pero en este movimiento hemos de ser capaces de reconocer al otro, de compartir y de cooperar desde su singularidad.Quizás esto sea, además, la base de una sociedad democrática. Del yo hemos de pasar al nosotros. Pero en este paso hemos de ser capaces de mantener nuestra singularidad.
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